Translate

domingo, 4 de octubre de 2020

Trabajar Vs … ¿Cuidarse?

Trabajar Vs … ¿Cuidarse?


Ante la situación pandémica de encierro que vivimos hoy, se abrió en la sociedad

una nueva disyuntiva. 

Salgo y voy a trabajar para comer, o me quedo encerrado, comiéndome los pocos

ahorros que tengo? 

La cuestión no es tan simple como para resolverlo con una pregunta de si o no. 

Al principio de la cuarentena, hacés 6 meses y poco más atrás, hubiese dicho: 

“Hay que encerrarse, vivís con personas de riesgo, tenés que cuidarlos a ellos….

pero… ahora? 

Con una situación económica a nivel país que nos va consumiendo cada vez un

poco más, tenemos que tomar una decisión como individuos. 

Muchos no tenemos la "Suerte" de tener un trabajo en blanco, en relación de

dependencia, con un ingreso fijo mensual que nos permita proyectarnos al

menos, hacía el próximo mes. Tenemos que resolverlo trabajando por nuestra

cuenta, con nuestras capacidades o adquirir nuevas. A veces esto se puede

realizar desde la seguridad de nuestras casas, manteniendo así un correcto

equilibrio entre poder trabajar y cumplir el aislamiento impuesto. 

Pero qué pasa cuando esto no es posible? Cuando, por falta de herramientas o

conocimientos, o también porqué no, de oportunidades, no nos queda más

remedio que salir y trabajar afuera. 

Tenemos muchos ejemplos de esto, desde los repartidores, personal de salud,

de seguridad, también oficios, cómo electricistas, plomeros, gasistas y más.

Qué hacer cuando nuestra única oportunidad de generar algún tipo de ingreso,

implica que tengamos que salir a la calle, ir a los domicilios de otras personas,

arriesgando nuestra salud y la de los que amamos. ¿Qué hacer? Gran dilema

¿No? 

Acá tenemos que definir, a nivel individual y a nivel comunidad, dónde, o cuándo

pasar ese límite autoimpuesto y salir al mundo exterior. A tratar de seguir adelante

como se puede arriesgandonos lo menos posible. 

Es una cuestión muy compleja, a la que cada individuo decidirá personalmente,

según sus posibilidades y características que los rodea, cómo actuar. 

Pero como sociedad deberíamos plantearnos...no, me corrijo, DEBEMOS

plantearnos hasta cuándo seguir con esto. Hasta cuándo vamos a dejar que el

miedo domine nuestras vidas, encerrándonos y dejando que la vida nos pase de

costado? Porque así, tanto queremos proteger esa vida, que la dejamos que se

nos escape... entonces, para que la protegemos, si no podemos vivirla? 

Es lo mismo, y acá recurro a quienes sean padres y madres para que me corrijan

si me equivoco, ya que no puedo hablar más que del supuesto, que querés tanto

a tu hijo o hija, que para que no sufra nada del mundo exterior (Durante era no

pandémica) lo encerras en tu casa, que no vaya al colegio, que no tenga contacto

con otros seres humanos que puedan hacerle daño, que no crezca como

corresponde, porque tengo miedo de que le pase algo malo….en serio?

Van a privar a sus hijos de vivir lo hermoso de la vida? No lo creo, ¿verdad? 

Bueno, exactamente ESO es lo que estamos haciendo muchos hoy, con nosotros

mismos y con los que amamos. No me malinterpreten, no se vayan 120 personas

a un boliche todos hacinados, no salgan a la calle sin ningún cuidado, Tapaboca,

alcohol preparado, mirado a alrededor y prestando atención a lo que tocamos y

que no, hoy tenemos que cuidarnos más que antes, ésa es una realidad

innegable, no rompan sus cuidados, sus protocolos y sus cuarentenas,

sólo porque me aburro en casa. 

Pero tampoco dejen que el miedo los domine, porque se nos pasa la vida, y esto

va a seguir así, mucho tiempo más, los días se suceden como horas, semanas

como días y meses como semanas. Cuando nos queramos acordar, se cumplirá

un año de encierro, de aislamiento absoluto. Y ahí mi querida gente, es cuando

el miedo, el temor… el virus mismo habrá ganado. 

Hace poco hablando con un familiar, me dijo estas mismas palabras,

“no podemos vivir con miedo”.

Y estoy de acuerdo, no podemos dejar que el miedo nos paralice, no podemos

dejar que el miedo se convierta en nuestra cárcel. Que nuestro hogar, ese lugar

seguro dónde encontrábamos confort ante un mal día en el exterior, se convierta

en el símbolo de la depresión, la desesperanza, y el miedo.

Que nuestro hogar no se convierta en el símbolo de la pérdida de nuestra libertad.

Porque después no tenemos otro lugar al que correr a escondernos, ya no nos

queda un lugar de confort al cual llegar y dejar afuera los problemas. 


Pensamientos sueltos de Ezequiel D’Astolfo

Bienvenidos a Relatos Pandémicos y Cuarentenosos!!!

Bienvenidos a "Relatos Pandémicos y Cuarentenosos"!!!! 

Blog dedicado a mi compañera de vida, al amor de mi alma, a la mujer que está conmigo siempre y me acompaña en todo. Eve V. También a mi familia, mi Padre y madre, hermana y hermano, y tía que siempre me apoyan en cada loca idea que tengo.

Gracias a mi novia, su apoyo e idea (porque fue ella la que me propuso crear un Blog), decidí crear éste Blog para poder publicar una serie de relatos, pensamientos, ideas y/o sentimientos que van surgiendo durante estos tiempos extraños que corren.

Con el paso de los meses, empezamos a acostumbrarnos a ésta nueva realidad, a algunos les cuesta más adaptarse, a otros no tanto, pero para todos, es un cambio ENORME. 

Éste espacio, estará destinado no sólo a mis propios escritos al respecto, si no también para todo aquel que quiera contribuir con sus trabajos literarios, sus sentimientos o ideas que se les cruce durante esta época.

Por mi parte, todos los Domingos publicaré algún texto propio, y dejaré reservados los Martes y Jueves para incluir trabajos de otros autores, profesionales, amateur, o cualquiera que desee compartir sus textos con el mundo.

Espero que lo disfruten, que podamos compartir entre todos cómo nos sentimos, acompañarnos y apoyarnos entre todos virtualmente, en ésta nueva era que comenzamos a vivir como realidad.

Sin más por añardir, bienvenidos a...



"Relatos Pandémicos y Cuarentenosos"