Éste pequeño texto lo escribí el otro día, como ejercicio de práctica para prepararnos para el III mundial de escritura. La consigna a seguir de ése día era:
Escribir un diálogo entre dos personas, en un baño público (del mismo sexo, claramente por ser baño público). Debe ser diálogo fluido, realista, empezar normal y lento, pero terminar con la confesión de un secreto profundo, debilidades, punto débil, etc de alguno de los dos.
Espero que lo disfruten...
Confesiones de
inodoro
John estaba llegando al baño público de la estación central,
a esa hora de la noche estaría casi vacío. La hamburguesa que había comido no
le había caído nada bien, y creía no llegar.
Cuando por fin entra al cubículo, y se sienta para dejar que
salga todo, escuchó un llanto, parecido al de un niño.
- - ¿Hola? ¿Estás bien? - Preguntó al extraño que
tenía en el cubículo de al lado.
- - Si, si, gracias. Disculpá -
- - No por favor, disculpá vos que me haya
entrometido, pero si necesitás hablar, no me molesta escuchar-
William estaba sorprendido, es cierto que estando los dos en
el baño, no se verían siquiera la cara, y no sentiría tanta vergüenza por
contar lo que hizo. Pero no estaba seguro si podría confiar en un extraño que
cagaba al lado suyo.
- - A decir verdad, no me molestaría hablar un rato-
- - Bueno, mientras esté con mis…asuntos, te puedo
escuchar, ¿Cómo te llamás? -
- - Soy William, ¿usted? -
- - Yo soy John, mucho gusto William, ¿a qué te
dedicas?
- - Estoy estudiando derecho, trabajo en un
depósito. ¿Usted?
- - Soy psicólogo, tengo un consultorio en el
centro. ¿Qué te tiene tan mal para que estés llorando sólo en un baño público?
-
- - Uffff, no sabría por dónde empezar -
- - Contame que generó en particular este llanto
actual -
- - Muy bien, le cuento, espero que no me juzgue,
pero hace un tiempo que tengo esta sensación de bronca, principalmente hacia
los hombres de mi edad. Los detesto -
- - Te hago una consulta, ¿podrá ser que en realidad
te gusten lo hombres? -
- - No, para nada, los aborrezco, me dan asco. En
particular uno de mis compañeros del secundario, que además cursamos algunas
materias juntos-
- - Ahhh ya veo, y ¿por qué ése odio que sentís
hacia él? -
- - Bueno, durante todo el secundario resolvía sus
problemas con su Padre agarrándosela conmigo, haciéndome Bullying
constantemente, golpeándome y persiguiéndome. Una vez tuve el descaro de
responderle e insultarlo. Terminé hospitalizado -
- - Entiendo, a veces los jóvenes pueden ser
muy…idiotas, cuando están en grupo -
- - Exacto, un idiota de manada, constantemente
tratando de llamar la atención del resto.
- - ¿Y ahora que están en la Universidad? Imagino
que debe haber cambiado un poco ¿no? -
- - Al contrario, se volvió más despiadado, bromas
más brutales, insultos y burlas más dolorosas, incluso heridas físicas sin
importarle ningún tipo de consecuencia -
- - ¿Y hablaste con las autoridades de la
Institución? -
- - A nadie le gustan los hombres llorones, es lo
que me respondió el Decano -
- - ¿Y pensaste en hacer una denuncia policial? -
- - No tendría sentido, ya lo intenté y me dijeron que,
sin pruebas directas de un acto delictivo, ellos no podían hacer nada. Me
recomendaron tomar clases de defensa personal -
- - No te puedo creer, básicamente todos se lavan
las manos –
- - Si, estoy sólo en esto, pero ya no me va a
molestar más, lo solucioné –
- - Ahhh, muy bien, ¿hablaste sinceramente con él?
- - Se podría decir que hablamos, aunque el no
estaba muy dispuesto a escuchar, y cuando terminamos de… conversar… se quedó
sin palabras, simplemente no respondió ni acotó nada más –
- - Pero… ¿qué le dijiste para que tantos años de
acoso terminaran así? -
John escuchó la cadena del inodoro en el cubículo continuo,
y la puerta que se habría.
- - William, ¿ya te vas? –
- - No John, todavía no, voy a terminar mi historia,
he de admitir, que al principio estaba reacio a hablar con alguien, así como me
sentí muy mal por Eduardo, el Bully. Pero ahora, ya me siento mucho mejor,
gracias por escucharme –
- - Un placer ayudarte, pero… ¿qué fue lo que le
dijiste? -
- - No fue lo que le dije, si no lo que hice.
Después de decirle cómo me sentía y que necesitaba que parara, se empezó a
reír, y burlarse cada vez más. No paraba, así que me acerqué a él, y cuando el
estaba por pegarme…otra vez, lo acuchillé, una, dos, tres, más de 15 veces.
Estábamos solos, en el baño de la Universidad. Así que ahí lo dejé. Viendo cómo
se le escapaba la vida de los ojos. Y ahora que lo recuerdo, siento
cierta…satisfacción –
John quedó atónito, con miedo, no creía lo que estaba
escuchando. Era la confesión de un crimen, y el sin poder levantarse del
inodoro.
- - John…. ¿sigue ahí? En fin, la realidad, es que
haberlo confesado, me hace sentir mucho mejor. Y ahora que ví lo fácil que es,
creo que voy a encargarme de otros idiotas como Eduardo. Gracias por
escucharme. –
William patea la puerta del cubículo de John, e irrumpe en
él con un cuchillo en la mano mientras John lo miraba atónito.
- - Es una lástima creo que debería matarlo a usted
también, por una cuestión de seguridad, ya sabe, pero realmente agradezco sus
servicios. Ya estoy mucho mejor ahora…
Mientras clavaba una filosa cuchilla en su garganta, se
retiró del baño público de la estación central diciendo…
- - Creo que voy a hacer esto más seguido. Gracias.
–
Pero John ya no escuchaba, todo se iba volviendo más oscuro,
hasta que de repente…nada.