Translate

viernes, 6 de noviembre de 2020

¿Por qué lloro?

 ¿Por qué lloro?

 

¿Por qué lloro? Porque soy infeliz. Porque me levanto cada día con ganas de no despertar. Porque tengo miles de ideas de cosas para hacer, pero me faltan las ganas o fuerzas para implementarlas.

¿Por qué lloro? Porque hoy, a mis 33 años, intento, intento, e intento salir adelante sin joderle la vida a nadie. Trato de hacer las cosas bien, pero nada funciona.

¿Por qué lloro? Porque estudié, me esforcé, combatí contra el cansancio, al trabajar de noche, estudiar a la mañana, y dormir entre 3 y 4 hs por día. O menos. Y ahora todos esos estudios me los meto en orto.

¿Por qué lloro? Porque el cansancio se hace más fuerte que cualquier intención de seguir luchando. Porque a pesar de tener las razones correctas para no rendirme, cada vez cobra más fuerza la bandera blanca.

¿Por qué lloro? Porque a pesar de intentar corregir mis errores del pasado, porque a pesar de tratar de demostrar quién soy yo en verdad, nada es suficiente, y ésos errores siguen marcando quién los demás piensan que soy.

¿Por qué lloro? Porque yo sé quién soy, cómo soy, lo que quiero y lo que no, lo que amo y lo que no. Sé lo que valgo, aunque otros no lo vean. Pero la pucha que difícil es contentar a los más cercanos.

¿Por qué lloro? Porque no tengo futuro, porque ningún esfuerzo, realizado o por realizar es suficiente.

¿Por qué lloro? Porque no aguanto más, porque quiero gritar, quiero correr, escapar y no volver la vista atrás. Quiero desaparecer, dejar de existir, o existir en otra forma. Pero no puedo.

¿Por qué lloro? Porque estoy atrapado, encerrado. Aislado. Del mundo, de los demás, de mi propio hogar. De mi familia. Del trabajo. De la dignidad. Estoy aislado de mi futuro. De mi yo real. De mi felicidad. De mis sueños.

Por todo eso lloro, y lloro porque, aunque trato, nada es suficiente. Y mis fuerzas se acaban. Se terminan. No veo salida alguna. ¿Matarme? Ni en pedo, lo intenté y no sirve de nada. ¿Rendirme? ¿Que gano? Nada, no intentarlo no me genera nada más que una mayor sensación de inutilidad. ¿Seguir insistiendo? ¿Hasta que se agoten mis fuerzas? Ya estoy con lo último de mis reservas, pero sigo, y ¿para qué?.

Lloro por la pandemia, lloro por un gobierno de mierda, en un país de mierda con gente de mierda. Lloro por la falta de oportunidades, lloro por la pérdida de la esperanza. Por la pérdida de visión de futuro. Lloro por el tiempo perdido estudiando, preparándome. Lloro por el tiempo perdido con familiares y amigos que hoy ya no están y con los que aún están.

Lloro porque no aguanto más. Mi alma me dice resistí, mi mente puede ser, y mi cuerpo dice basta, ya está.

Lloro porque no quiero más. Lloro porque no tengo más fuerzas, y la situación no pinta que cambie.