¿Por qué lloro?
¿Por qué lloro? Porque soy infeliz. Porque me levanto cada
día con ganas de no despertar. Porque tengo miles de ideas de cosas para hacer,
pero me faltan las ganas o fuerzas para implementarlas.
¿Por qué lloro? Porque hoy, a mis 33 años, intento, intento,
e intento salir adelante sin joderle la vida a nadie. Trato de hacer las cosas
bien, pero nada funciona.
¿Por qué lloro? Porque estudié, me esforcé, combatí contra
el cansancio, al trabajar de noche, estudiar a la mañana, y dormir entre 3 y 4 hs
por día. O menos. Y ahora todos esos estudios me los meto en orto.
¿Por qué lloro? Porque el cansancio se hace más fuerte que
cualquier intención de seguir luchando. Porque a pesar de tener las razones
correctas para no rendirme, cada vez cobra más fuerza la bandera blanca.
¿Por qué lloro? Porque a pesar de intentar corregir mis
errores del pasado, porque a pesar de tratar de demostrar quién soy yo en
verdad, nada es suficiente, y ésos errores siguen marcando quién los demás
piensan que soy.
¿Por qué lloro? Porque yo sé quién soy, cómo soy, lo que
quiero y lo que no, lo que amo y lo que no. Sé lo que valgo, aunque otros no lo
vean. Pero la pucha que difícil es contentar a los más cercanos.
¿Por qué lloro? Porque no tengo futuro, porque ningún
esfuerzo, realizado o por realizar es suficiente.
¿Por qué lloro? Porque no aguanto más, porque quiero gritar,
quiero correr, escapar y no volver la vista atrás. Quiero desaparecer, dejar de
existir, o existir en otra forma. Pero no puedo.
¿Por qué lloro? Porque estoy atrapado, encerrado. Aislado.
Del mundo, de los demás, de mi propio hogar. De mi familia. Del trabajo. De la
dignidad. Estoy aislado de mi futuro. De mi yo real. De mi felicidad. De mis
sueños.
Por todo eso lloro, y lloro porque, aunque trato, nada es
suficiente. Y mis fuerzas se acaban. Se terminan. No veo salida alguna. ¿Matarme?
Ni en pedo, lo intenté y no sirve de nada. ¿Rendirme? ¿Que gano? Nada, no
intentarlo no me genera nada más que una mayor sensación de inutilidad. ¿Seguir
insistiendo? ¿Hasta que se agoten mis fuerzas? Ya estoy con lo último de mis
reservas, pero sigo, y ¿para qué?.
Lloro por la pandemia, lloro por un gobierno de mierda, en
un país de mierda con gente de mierda. Lloro por la falta de oportunidades,
lloro por la pérdida de la esperanza. Por la pérdida de visión de futuro. Lloro
por el tiempo perdido estudiando, preparándome. Lloro por el tiempo perdido con
familiares y amigos que hoy ya no están y con los que aún están.
Lloro porque no aguanto más. Mi alma me dice resistí, mi mente
puede ser, y mi cuerpo dice basta, ya está.
Lloro porque no quiero más. Lloro porque no tengo más
fuerzas, y la situación no pinta que cambie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario