Buenas tardes a todos, en primer lugar disculpas por la demora. En segundo lugar, les dejo un texto escrito especialmente para el Día de la Madre, para mi Mamá y mi novia. Que lo disfruten...
Madre Ser
Ser Madre. ¿Qué es, exactamente, ser Madre? Difícil de
explicar, y más para mí, que no sólo no soy Mujer, además, ni siquiera soy
Padre.
Pero sí soy hijo, nieto y hasta pareja de una Madre, por lo
que haré mi mejor intento desde mi lugar.
Ser Madre es más que parir, es mucho más que traer un ser
humano nuevo al mundo.
Yo creo, que ser Madre es ser amiga, compañera, jefa, líder,
guía, profesora, psicóloga, ejemplo a seguir. Básicamente una especie de Diosa
en la tierra.
Hablando desde mi propia experiencia, mi vieja siempre
estuvo ahí para mí, siempre tratando de comprenderme, cuando empecé a crecer, a
tener mis propias ideas, mis propios pensamientos, sentimientos, etc.
Creo no haber sido un mal hijo, pero admito que la he hecho
sufrir mucho por mis malas decisiones, mis malas actitudes y pésimo carácter,
pero también la hice muy feliz y orgullosa de ser Madre.
Cuando ella tenía tan sólo 16 años, mi Papá y ella se
casaron (hoy en día 33 años felizmente casados y juntos aún), y más tarde ese
año, 17 días antes de su cumpleaños 17, nací yo.
Yo fui el primero de tres, y hasta que llegó mi hermana 3
años y medio más tarde, la atención de Mamá y Papá era plena para mí.
A mis 5 meses casi muero, y no es chiste. Le debo la vida a
mi Mamá mínimo dos veces seguro, primero cuando nací, y segundo cuando tuvo la
fuerza para sacarme de un horrible hospital donde ya me daban casi por muerto.
Con tan sólo 17 años, mi vieja tuvo que enfrentar una cirugía en su primer, y
único hasta el momento, hijo. Y junto con el apoyo de mi Papá, siguió sus
instintos de Madre y me salvó. Dudo que hoy estuviera acá si no fuera por ella.
Pero acá estoy.
Cuando me llevaban a pasear, mi mamá y yo nos pasábamos las
tardes en la plaza “conversando” (tenía meses aún) y otro tanto cuando nos
íbamos los tres de camping a disfrutar de la naturaleza (hay fotos que lo
acreditan XD).
Fui creciendo, y siempre tuve muchos juguetes, nunca me
hicieron faltar nada, y agradezco infinitamente la hermosa infancia que me
dieron.
Hasta que llegó mi hermanita… uffff, 3 años y medio, hijo
único, primero en todo (hijo, nieto, sobrino, en el grupo de sus amigos) y de
repente me quitarían el trono… pero a pesar de los celos típicos de un niño,
mis viejos me hicieron partícipe de la elección del nombre de mi hermana. Yo
quería llamarla mandarina, pero no me dejaron… por suerte para ella.
La felicidad que tenía cuando llegó y me trajo un autito de
policía, ya la quería jajaja.
Fuimos creciendo, y mi Mamá me enseñó a amar, respetar y
cuidar a mi hermanita menor. Y puedo asegurar que lo hacía y hoy lo sigo
haciendo.
Infinitas veces, por mi terquedad desde chiquito, por celos,
por temerario, por querer llamar la atención, o tal vez simplemente por ser
niño, me expuse a distintas situaciones riesgosas, y ahí estaba ella para
cuidarme y protegerme como siempre, retarme si tenía que hacerlo, pero
consolándome si yo lloraba, siempre lista para socorrerme cuando fuera necesario.
Durante una etapa de mi vida, vivía con Anginas, siempre me
enfermaba. Y digo SIEMPRE, y ahí estaba ella cada vez, cansada seguramente,
pero siempre lista para ayudarme, cuidarme, mimarme y curarme.
Durante el primario, me negaba a escribir bien la palabra
“significa”, para mí era “se ignifica”, y mi mamá no paró de hacerme hacer
dictados hasta que la escribí bien. Y agradezco cada segundo que no pude jugar,
porque hoy casi ni tengo errores de ortografía y todo gracias a Ella, su
paciencia y enseñanza.
Durante toda mi vida hasta mis 11 años, Mamá fue la
protectora, repartiendo amor para ambos de forma equitativa, nunca sentí que
hiciera diferencia y el amor estuvo siempre ahí, a pesar de que tenía días que
seguro sólo querría alejarse del mundo.
¿Porqué dije hasta mis 11? Porque cuando yo tenía 11 años,
nacía mi hermanito menor, y una vez más, mis viejos nos dejaron participar a mi
hermanita y a mí del nombre del tercero.
Que alegría enorme sentimos al enterarnos, que felicidad
infinita, es algo que jamás olvidaré. Estaba extasiado y enloquecido con la
idea. Y llegó él, el más pequeño, y yo ya más grande, lo acepté con alegría y
como con mi hermana, sólo quería amarlo, cuidarlo y protegerlo de todo, de la
misma forma que ella y mi Papá lo hicieron con nosotros.
Seguimos creciendo, siempre rodeados de amor, compañía,
comprensión y una maravillosa familia.
Llegó el 2001, y como muchas familias, la situación cambió
muchísimo, todo se hizo más difícil. Jamás voy a olvidar, la época en que no
teníamos para comer, literalmente. Sin embargo, mis hermanos y yo siempre
tuvimos comida, pero no mis viejos. Eso es algo que jamás voy a olvidar, y les
voy a estar eternamente agradecidos.
Mientras, yo entraba en la Adolescencia, y ahí empezaron las
discusiones, como todo adolescente, pero, sin embargo, SIEMPRE estuve orgulloso
de mi Mamá, y amaba caminar abrazado a ella. Y que a nadie se le ocurriera
decirle nada, porque no me importaba tener 13 años y ser una pulguita,
trompeaba al que sea que le dijera algo, aunque fuera tipo gordo y grandote de
unos 40 o más años.
Tuve problemas mis últimos años del secundario con una
profesora. En lugar de enojarse conmigo, me creyó y me defendió como nadie. Y
posteriormente hizo lo mismo con mis hermanos cuando fue necesario, pero si en
algún momento alguno de nosotros hacíamos algo mal, siempre siendo justa, no
defendiendo ciegamente a sus hijos, si tenía que retarnos y castigarnos, lo
hacía. Pero lo mejor, es que siempre fue con amor.
Crecí más, y los verdaderos problemas llegaron, las peleas
fuertes, gritos, palabras hirientes y falsas, pero que arruinaron todo. Siempre
mi Mamá me dio la confianza suficiente para que le cuente absolutamente TODO.
Durante mucho tiempo decía que era mi amiga, pero no, me equivoqué, no era mi
amiga, era mucho más que eso. ES mucho más que eso, es mi Mamá. Y ésa confusión
fue la que me llevó a mí a cometer muchos errores con ella, haciéndola sufrir
mucho, y haciéndome sufrir a mí mismo también.
Pero siempre lo solucionábamos, siempre, a veces tardaba más
a veces menos, pero siempre volvíamos a estar bien. Y seguí creciendo, y fui
aprendiendo, entendiendo, que mi Mamá no es una Diosa, no es Persona Perfecta
(mentiría si diría que sí), pero si es una perfecta Mamá. Es una persona, como
todos, y también fue hija, nieta, sobrina, amiga, pareja, y ante todo MUJER.
Todo eso, antes de ser Mamá.
Y quién soy yo para juzgarla, cuando no viví ni un cuarto de
las cosas que ella pasó. Y a pesar de ello, acá está, siempre, sin faltar un
solo día a ser Mamá. Buscando la mejor forma de seguir enseñándome,
acompañándome y amándome. Dándome herramientas constantemente para ser mejor
persona, mejor hombre, mejor hijo, mejor ser humano.
No puedo más que estar agradecido eternamente a mi Mamá por
todo lo que me dio siempre, y me sigue dando, aunque haya muchas cosas en las
que disentimos.
Por eso Gracias Mamita de mi alma, gracias por ser, por
estar, y por nunca renunciar a mí, aunque te haya defraudado infinitas veces. Dicen
que uno elige a sus Padres antes de nacer, si es así, te elegiría de nuevo una
y mil veces. Te amo Madre.
Pero también me ha enseñado otras cosas, o mejor dicho,
junto a mi Papá, me dieron un ejemplo, de lo que es tener, ser y formar una
familia. El compañerismo entre ambos, es lo que hoy me hace querer darle a mis
futur@s hij@s lo que ellos nos dieron a mis hermanos y a mí. A mi manera, con
mis formas y las de mi novia, pero un ejemplo a seguir, un faro al cuál ir.
Y acá es donde hablo de mi experiencia siendo pareja de una
Madre.
Mi novia, el amor de mi vida, ya es Madre. Y SIEMPRE todo lo
hace pensando en su hija, en su futuro, en darle lo mejor que pueda, y no me
refiero sólo a lo material, si no amor, educación, disciplina, compañerismo, y…
ahora que lo pienso, todo lo que yo también tuve de mi madre.
Y puedo asegurar que lo logra, con las dificultades y todo,
ella siempre está para su hija. Y lamentablemente, la situación de Pandemia,
cuarentena, encierro, hacen que hoy no pueda estar físicamente al lado de su
hijita. Ya que la nena está con el grandioso Padre que tiene, y aunque no le
falta nada, sí le falta su Mamá, que, por razones de fuerza mayor, después de
criarla y compartir cada día durante más de 7 años con ella, por el bien de su
hija tuvo que dejar de convivir con Ella.
Pero todos nuestros objetivos están con una meta muy clara,
y es formar nuestra propia familia, con su magnífica e increíblemente
maravillosa hija, y los nuestros propios.
Sólo por algunas de estas razones y muchísimas más, sé que
vas a ser una maravillosa Madre con mis hijos, te elijo como la madre de mis
hijos, porque tengo una maravillosa madre, y sé que vos lo vas a ser también,
porque YA sos una maravillosa Madre, hija, novia, amiga y MUJER.
Por esto y mucho más, TE AMO y Feliz Día mi amor.
La intención de escribir, era hacer una especie de “resumen”
de que significaba para mí, desde el lugar de hijo, el hecho de ser Madre. Pero
cuando uno va escribiendo, las palabras brotan y la fluidez cambia por completo
el objetivo. Terminé haciendo una reseña de mi vida con mi madre, y junto a mi
novia. Dos EXCELENTES MUJERES que además son Madres.
Esto va dedicado no sólo a mi propia Mamá y a mi novia, si
no también a mi tía abuela que es mi segunda Madre, a mis abuelas, a mi mejor
amiga, y a muchas mujeres maravillosas que me rodean y además son madres.
A pesar de que muchas no se criaron con sus Madres, a pesar
de que muchas tuvieron pésimos ejemplos de cómo es una Madre. A pesar de que
muchas lo tienen que hacer todo solas, sin un o una compañer@ a su lado. A
pesar de que absolutamente NINGUNA nació sabiendo ser Madre, sin obligación
alguna, hoy hacen su máximo esfuerzo por darle lo mejor a sus hijos.
Así que me tomo el atrevimiento de hablar en nombre de todos
esos hijos que amamos y estamos agradecidos por nuestras Madres, y les deseo a
TODAS.
Un muy…
FELIZ DÍA DE LA MADRE!!!
Me encantó!!! Tenes a la mejor madre del mundo. Los quiero!!!
ResponderEliminarGracias Kari :)
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